7 de julio de 2009

Gila

Para seguir haciendo la plancha e incorporarme al ombliguismo internético generalizado:

¡GILA! (entonar como Brian May anunciando a ¡LIZA! en el homenaje a Freddie Mercury).

3 de abril de 2009

Sobre las vacunas

Hace unas semanas, durante un par de horas, colgué una "carta abierta" a una madre que no quiere vacunar a su hija. La quité en seguida: no me gustaba el tono, y no lograba transmitir lo que yo quería. Esta vez, seré más telegráfico pero tal vez más fiel al estilo (?) de este blog. Lamento profundamente que casi todos los enlaces sean en inglés. Marco con un asterisco los que están en castellano.

En resumidas cuentas:

En 1998, un tipo llamado Andrew Wakefield publicó un artículo en The Lancet en el que decía haber encontrado un vínculo entre la vacuna contra sarampión, rubeola y paperas y el autismo (o un tipo de autismo, no me queda claro) y la inflamación en el colon. Cuatro años después, publicó otro artículo en el que decía haber encontrado la cepa del virus atenuado del sarampión en el colon de niños autistas.

The Lancet es una muy prestigiosa revista de medicina. Pero en ciencia, un sólo resultado no se considera nunca una certeza.

Más tarde, se mostró que estos estudios no estaban bien hechos, pero el daño, a través de la difusión en prensa, ya estaba hecho: la tasa de vacunación bajó tanto en Inglaterra, especialmente en Londres, que los casos de sarampión aumentaron hasta que volvió a considerarse endémico. Esto sucede porque, al vacunarse sólo un 75% de la población, la enfermedad puede "refugiarse" pasando de persona a persona. Como ven, vacunarse no es sólo un acto de protección personal: también es un acto (mínimo, simplísimo) de solidaridad.

Ningún laboratorio no asociado con Wakefield pudo replicar sus resultados.

Mucho más tarde, el reportero Brian Deer descubrió que Wakefiel tenía un enorme conflicto de interés (es decir, que no tenía conflictos sino muchos intereses), ya que había recibido dinero de parte de abogados interesados en hacer juicio a los fabricantes de vacunas, representando a familias con hijos autistas. Como si esto fuera poco, meses antes de publicar su trabajo en Lancet, Wakefield había presentado un pedido de patente para una vacuna supuestamente "segura".

Y para completar, en febrero de este año el mismo periodista demostró que Wakefield había fraguado los resultados de su paper. Ahí es nada.

Otros estudios posteriores mostraron que no hay ninguna relación entre la vacunación y el autismo.

Mientras tanto, el sarampión, aunque ha retrocedido* considerablemente, sigue siendo la cuarta causa de mortalidad de niños* en el mundo.

Dicen algunos que nos vacunan contra enfermedades que han desaparecido. No sé la viruela, pero la poliomielitis asoma su cabecita en cualquier lugar con menor tasa de vacunación, ya sea en Estados Unidos o en el Tercer Mundo*.




Ahora sí, la carta abierta a quien no quiera vacunar a sus hijos:


Hola.

No vacunar mata nenes; y no siempre se trata del tuyo. Pero a veces, sí.

Este último enlace está en inglés. Son algunas palabras de un padre australiano tras la muerte por tos ferina* de su hija Dana, a la que no vacunaron por creer en lo que se decía de las vacunas. Sólo traduciré una frase:



Dana pagó el más alto precio por nuestra ignorancia y apatía.

Es horrendo poner esto, es amarillista y sensiblero, pero no puedo evitar sentir empatía con el padre, y pensar en lo que significa vivir con esa culpa.



Juan Poquito




Qué bajón de entrada. Para paliarla un poco, miren, un interesante avance contra la hepatitis C.

2 de febrero de 2009

Todo tiene que ver con todo

...menos Pancho Ibañez*, of course.


A veces, enfrentado a alguna afirmación no científica, me han preguntado por qué estoy tan seguro de que determinada cosa no puede ser. ¿No puede estar equivocada la ciencia? O, en su versión aseverativa: "La ciencia no sabe todo..."


Una frase indudablemente cierta, pero que oculta detras toooooodo lo que ya sabemos (la Humanidad, no la ciencia). Sabemos muchas cosas, y nos tomó mucho tiempo aprenderlas. Y no se trata sólo de experimentos y conocimientos puntuales, ni siquiera de disciplinas florecientes: con el paso de los siglos, hemos logrado una interconexión que es la que hace fuerte nuestro conocimiento; la unidad maravillosa de la Física con la Química con la Biología con la Matemática con la Sociología con la Astronomía con la Geología con...


Esta unidad es lo que hace cada vez más dificil "revolucionar" una ciencia: no se trata de cambiar un dato en una disciplina, sino una cantidad creciente de evidencia interconectada. Es por eso que la ciencia puede estar equivocada, pero cada vez es más difícil encontrar una equivocación grande.

¿Qué grado de conexión hay entre disciplinas, cuán fuerte es? La gente de Information stetics armó un mapa considerando cerca de 800.000 papers agrupados en 776 "paradigmas" científicos (los círculos de color claro), de acuerdo a la frecuencia con que eran citados por otros papers. Las uniones entre paradigmas, es decir las citas cruzadas, actúan en el gráfico como bandas elásticas, juntando físicamente los temas afines. Las palabras que flotan alrededor son palabras específicas de cada paradigma. Los títulos grandes, grandes áreas de estudio.

El resultado, en chiquito, está abajo, pero no se lo pierdan en gigante. A mí me da algo vértigo y, con todos sus peros, también algo de orgullo de pertenecer a esta especie.

*¡Por la creación URGENTE de la página de Pancho Ibañez en Wikipedia!

5 de enero de 2009

Buho transformista

Esta especie de buho africano varía su aspecto según según la especie del predador que se le acerque. Dejo al público elaborar las analogías políticas de su preferencia...



Choreado a grrlscientist

16 de diciembre de 2008

Paz en el mundo

Le dejo un mononísimo mapa del estado de paz en los diversos países, elaborado por la gente de Vision of Humanity. ¿Qué es ese celeste paliducho en Argentina? A ver si nos ponemos las pilas...
Eso. Ta la próxima.

18 de noviembre de 2008

Lo maravilloso y los dólares de mar

El trato es este: los someto primero a una sarta de perogrulladas y luego van al video. ¿No? Ok, como quieran, sigan adelante que yo haré lo propio.

Una palabra que trato en lo posible de no utilizar es "milagro" cuando se trata de decir cosas como "el milagro de la vida". En su acepción más usada un milagro es un "Suceso extraordinario y maravilloso que no puede explicarse por las leyes regulares de la naturaleza y que se atribuye a la intervención de Dios o de un ser sobrenatural", según el diccionario Vox. Pero dado que pocas cosas hay más naturales que la vida*, difícilmente puede ser inexplicable por las leyes de la naturaleza. Teístas: absteneos.

Mi palabra favorita para reemplazar al milagro, la que deja lo sobrenatural de lado, es "maravilla". Es tanto, tanto mejor. Para empezar, mientras que el milagro nos deja afuera, mirando sin comprender cómo la deidad de turno hace sus malabares, lo maravilloso nos hace partícipes: nada es maravilloso si no nos maravilla. Y agrego una connotación: a la maravilla hay que saber verla, hay que buscarla; como en los cuentos de maravillas de las Mil y una noches, en los que Simbad u otro viajero sale a descubrir cosas maravillosas.

Por otro lado, no necesitamos que algo sea inexplicable para maravillarnos: desde la Capilla Sixtina a las galaxias, pasando (porqué no) por los relojes de pulsera, todo puede maravillarnos sin ser milagroso. Basta con saberlo ver.

Y resulta que la ciencia en eso de "ver" es muy buena. Tanto por el desarrollo de nuevos tipos de ojos como por el ansia viajera, por las ganas de descubrir. Las ciencias son usinas de descubrir no sólo maravillas, sino nuevas formas de maravillarse. Y entre ellas, la Biología es mi favorita.

Listas las perogrulladas. El siguiente video muestra el desarrollo inicial del dólar de mar (Clypeaster subdepressus), ese tipejo de la foto de arriba**, pasando por sus estadios larvales. Los dólares de mar son equinodermos, primos segundos de las estrellas de mar y primos hermanos de los erizos. El modelo terminado que vemos arriba tiene unos 5 cm de diámetro.

La palabra "maravilloso" no es más que un ridículo cúmulo de fonemas. Véanlo, nomás.


A Sea Biscuit's Life from Bruno Vellutini on Vimeo.

*¿Vieron que cuando los carteles de turismo dicen "Venga a disfrutar de la naturaleza" nunca se refieren a un desierto helado?

** Fotografìa original en www.wetwebmedia.com/twainv12.htm