30 de noviembre de 2005

Cuadernos de Lucio 5.2 - Del nacimiento de César y Aníbal Furst

El nacimiento de César y Aníbal está indisolublemente ligado a la decisión de Sarmiento de traer maestras del extranjero, eso es claro. No queda tan claro en cambio cómo es que llegaron las botas de Lucio Furst a pisar las entonces nuevas tablas del ahora desaparecido andén de Panambí para recibir, él justamente de entre todos los pobladores, a la señorita Gardiner o Gardner o Gerdiner, según la fuente consultada.
En todo caso, allí en el andén se encontraron y no pasó más de un mes para que el romance fuera vox populi, y fue apenas un trámite la conversión de miss Gardner al catolicismo y menos que un trámite la cópula brutal y un tanto apresurada que engendraría a Cesar Furst. Era época de langostas, y Lucio y su gente montaban guardia a la espera de la manga, listas las hogueras de madera húmeda y resinosa, cuyo humo hacía llorar pero salvaba la cosecha. "Así ganamos el pan con sudor y lágrimas. Nos ahorramos la sangre al menos." -bromeaba Lucio.
No fue cierto: la sangre llegaría más tarde, 20 años después del nacimiento de Aníbal Furst, tan copiosa como las cosechas de su ya rico padre, tan negra como la nube de langostas.

2 comentarios:

  1. Anónimo2:32 p.m.

    BIEN, VEO Q RETORNAMOS !!! ERG

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  2. ERG: Comentá más que eso o sos boleta. Hacete la anónima que yo sé quién sos.

    Con cariño,
    el autor anónimo.

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