Querubines, serafines, arcángeles, tronos y demás lectores alados de Aguavivas:
Para empezar la semana, agrego al blog el mismo Cuaderno de Lucio que envié por mail. Esto se debe a que la última entrega de Ingrid cierra un ciclo de In, Lucio y Miguel, llamado "Omisiones". Pueden encuadernarlo. Y no se pierdan la próxima parte "Vera historia de la conquista", disponible a partir del... bueno, cuando empiece a escribir. Pero mientras tanto, como cuarto intermedio, robaremos un par de historias del cuaderno de Lucio. Espero que lo disfruten. Por ahora, para ir entrando en calor:
Cuadernos I - La creación (del cuaderno de Lucio)
...pero no fue así como se creó el mundo.
En el principio no había nada.
Presten atención: No es que había algo, y ese algo era la Nada. La Nada, por definición, no es, no puede ser ni haber ni parecer ni nada, porque en la Nada nada puede ser sujeto ni predicado (ni predicativo, llegado el caso) del famoso Verbo inicial.
Así pues: no había ni siquiera Nada. Y esa precisamente, es la definición que estábamos buscando. Así pues: en el principio había algo, y ese algo era la Nada.
En el principio, entonces, era la contradicción.
Y así nos va.
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